7 nov 2011

Escoge tu relleno —de tipejo, no queda otro


No seamos simples, hay cosas peores que ser poli



¿Y bien cuánto llevas por aquí?

Ya hace 22 años que me dedico a este negocio y se lo puedo asegurar, preferiría estar muerto.

Muy bien listillo vas a darme todas esas botellas que escondes ahí, una por una y muy lentamente.

Preferiría agente que dejase de mirar con esa cara, hoy tengo el estómago revuelto y me está agriando este trago.

Sandra se acercó —¿Oye tío no piensas acabar con este poli?, ¿qué te pasa si no tienes algo para fumar no eres suficientemente hombre?

—De acuerdo —Dijo el poli sacando su desert Eagle, —ni se os ocurra respirar malditos desgraciados, ¡ tú estírate en el suelo o me vas a besar el culo!

— Sabe agente, al principio me deleitaba creyendo que eso de la verdad era alcanzable, vaya, ¡maldito bobo!

— Hijo vas a tener que besar el suelo para poder seguir diciendo sandeces, ¡ te aseguro que no tengo paciencia con tipejos como tú!

—jajaja— Sandra no podía para de reír, — tio no sé cómo lo haces pero siempre los pones a cien.

En comisaría, me interrogaba un tipo estirado, era pálido como un copo lechoso y tenía la corbata demasiado ajustada, haciéndole una extraña forma en el cuello.

— Chico me vas a tener que repetir qué querías decir con todo aquello que dijiste a nuestro agente anoche. —El tio quería entender de que fue todo aquello.

(ver reglas y verdades en cada esquina, recopilarlas y hacerlas propias, morirás convencido de que no ibas a morir)

Respondí a un par de preguntas más como pude y luego me dejaron marchar, el de la corbata asfixiante me tomó por un perturbado así que me derivó a un hospital cercano al que tendría que ir en una semana.


A veces conseguir razones para seguir existiendo no tiene porqué ser algo para nada sensato.

Rellenar vacíos con otros vacíos nunca tuvo buena pinta, ni siquiera con una buena corbata.



Birnbaum.




6 nov 2011

Decidí empezar desde el principio



La noche pasada vi una peli de terror

Un tipo temía a la sordera, de modo truculento, vociferaba tiritando

Llamaba a su madre

Otra, era vegetariana, su padre el maltratador

Carnicero

También, claro, llamaba a su madre

Hablar de democracia real a estas alturas

Ya en el siglo XXI, es vergonzoso

Es como prometer que todos dejaran de ir al cagadero

Alguien sin embargo dijo el otro día que seguramente

Un gobierno con todo mujeres funcionaría

Quizás echaron varias cápsulas en mi café para que asintiera

Ahora eso suena como la República de Platón,

Mejor, suena como debieron sonarle las palabras de Aristóteles a Alejandro Magno

Tomando la forma de aquella partida

De trivial que cayó sobre el somier,

Y quedó como tu poema

Surrealista.

Al menos ahora llueve y me alegro,

Y también me alegro

De no tener empleo.


Birnbaum.